En los blogs anteriores hemos tratado diferentes aspectos que pueden ayudar a mejorar tu productividad. Hablamos sobre cómo identificar eso que te hace irremplazable y sobre cómo trabajar en equipo y ayudarse mutuamente a crecer. ¿Has abierto una ventana de tu navegador sin saber qué ibas a hacer? Ahora hablaremos sobre maneras que ayudan a mantener tu concentración.
Hemos escuchado mucho en los últimos años el término multitasking, muchos dicen con orgullo que pueden ver la tele, escuchar música, escribir código, pasear al perro, regar las plantas y prepararse un café, todo a la vez. Se dice que solamente las mujeres pueden hacerlo exitosamente (#girlpower) y, mientras puede ser una habilidad muy útil en el día a día, durante la jornada laboral podría resultar contraproducente, por algo dicen que el que mucho abarca poco aprieta.
Querer completar varias actividades simultáneas podría resultar en una pérdida de la concentración, aumentar el tiempo en el que completas una tarea y hacer que la calidad de tu trabajo disminuya; en pocas palabras, te puede salir el tiro por la culata.
Por eso te recomendamos que establezcas prioridades en tus tareas de la semana o del día y, en base a eso, trabajes para completar tus actividades en orden, puede ser de importancia o de fecha de entrega.
Por más que quisiéramos que esto cambiara, el día solamente tiene 24 horas, así que debes considerar cómo administras tu día y tener en cuenta el descanso y todo lo que se vuelve rutina (comer, transportarse, aseo personal). Una vez que hagas esto, ahora debes considerar los ladrones de tiempo o distractores y darles solución:
Es importante que te plantees un destino, a dónde quieres llegar en un futuro con tu carrera y concéntrate en eso, basa tus decisiones importantes en cómo puedes llegar a esa meta. Esto le da un sentido de propósito a tu trabajo que va a ser muy importante en mantener tu motivación y concentración.
Haz autoevaluaciones periódicamente ¿Estás progresando o te estancaste? ¿Qué puedes hacer para mejorar y avanzar hacia tu meta? ¿Te desviaste de la meta y debes cambiar de rumbo?
No hay problema si te desvías de vez en cuando, nos pasa a todos, pero si notas que te desvías muy seguido tal vez es momento de replantearte si tu meta sigue aplicando para ti en este momento. Se vale cambiar de metas, vamos descubriendo lo que nos apasiona a lo largo del camino, lo importante es que esa motivación siga ahí, pues es lo que te va a ayudar a mejorar en tus actividades importantes y mantener tu concentración.